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224 De la Confesión su contiencia ; pero no. los arriendo ni envi- dio-la ganancia, iy no se olviden de lo que dice Santo Tomás de Villanueva. Yo ahora no resuelvo en pro ni en contra, sino que lo “remito al dictámen de los timoratos y doctos; y sobre todo al juicio de Dios, y solo he re- ferido estas razones y verdades para el des. engaño. Las personas virtuosas en tales dias, Ú no yan ; Ó se retiran á los templos á desenojar al Señor , que tan ofendido es en esas fun- ciones. En algunas Iglesias está entónces pa- tente el Santísimo Sacramento. Otros acuden aquellas tardes ú las escuelas de Christo , don- de las hay: y todo esto es prueba de lo per- judiciales que son tales diversiones. Es ver- dad que son pocas las personas que esto ha- cen, en comparación de los millares que van á los toros; pero esto confima lo que dixi- mos" al principio, que dice el Espíritu Santo: esto es y. que es infinito el número de los ne- ciós. Hazlo tú así, 6 alma piadosa , zelando lo honra de tu Dios , te dará el premio en esta vida y en la otra. Los Sacerdotes y Religiosos se supone que así lo hacen ó deben hacer con mas razon por la perfeccion de su estado , y por no dar es- cándalo á los seglares.