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210 “De la Confesion ocasiones, por el-sitio en que les coge , que se estan abrasando de calor, $ con otra gra= ye incomodidad , y por tódo pasan con gran gusto; y acaso no cumplirán menor peniten- cia y trabajo en satisfaccion de sus pecados. Las comedias, así su representacion , come leccion , hacen por lo mas comun á los hom- bres y mugeres mas mundanos que christia. nos. Y por último, lo queno me podrán ne: gar es, que en las comedias á lo ménos se gasta inútilmente el tiempo, que es muy pre- cioso , y el dinero, que hace falta á las obli- gaciones de la familia. Muchas veces sabe Dios cómo anda la casa, pues suelen estar los amos allá en la comedia ajustándose á las leyes va- nas del mundo, y los criados y criadas qui: zá en casa quebantando la ley santísima de Dios. Punto es este que deben cautelar con gran vigilancia, y de que han de dar estre- chísima cuenta. Algunas personas quieren de- fender y abonar las comedias, y aun en par- te decir que es virtud , porque les han mo- vido alguna vez á verter lágrimas, pero. son lígrimas de comedia. Es 'el caso, que suelen pintar 6 mirar vivamente en ellas un lance las- timoso, una desdicha , una muerte, un nau- fragio , Ó semejantes tragedias; y tal vez al- gun acto devoto de la vida-de un Santo, y causa un efecto natural de 'compasion. Pero verá que presto. pasa 4 otro lance en quese pinta un galanteo. un adulterio, Ó cosa se- mejante, con equívocos acciones y adema- '