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Ra y Comunion. Trat. III. 195 que «puede seguirse, como-tambien los lugares en que las cortan, guardan y preparan, y las formas ; pues causa horror ver á algunos Sa= cristanes , y aun no Sacristanes , y muchachos, traer rodando sobre los caxones ó arcas des- nudas los panes de hostias , y cortar las for- mas y hostias con las manos asquerosas, y con tixeras tan mohosas, que halladas en la calle perdidas, quizá hubiera muchos que no las apreciaran. ¡Oh, venerables señores Curas y Sacerdotes! ¿Se sufriera gsto en los estuches ni en Jas-mesas de casa? A los Ministros de Dios nos toca zelar esto, no-á los seglares ; y así es bien sc diga esto aunque escueza. Alá dixo Christo nuestro Señor 4 Santa Teresa; Dein= ceps ut vera Sponsa meum: zelabis honorem, con ser una pobre mugerz pues consideremos nosotrás «que con mayores motivos nos manda á los Sacerdotes que zelemos en esto su hon- ra: Lo hasta aquí referido se halla practica- do con graneuidado , zelo y vigilancia en mue chas Iglesias, pero en otras no; con que sien- do esto patente, y doctrina general , cada uno se aplique lo que le convenga. Los «señores Visitadores y Eclesiásticos sa= ben muy bien su grande obligacion y cargo, y que en gran parte pueden remediar estos daños é indecencias , y mucho mas los peca- dos públicos 6 escándalos de los pueblos en varios estados; pues para eso los envian los señores Obispos, y descargan en mucha parte son ellos sus conciencias, dándoles su autori- Na " E 4 : - y