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y Comunion. Trat. IIT. 191 con tantas cargas y Obligaciones que tienen, y de que han de dar estrechísima cuenta. En órden á las limosnas que deben hacer los señores Curas y Sacerdotes de sus rentas ecle- siústicas, pe saben su obligacion. Oiga el Sacer- dote y el Párroco la que dice San Bernardo en la Epístola 2. Quidquid preter necessarium victunt', ac simplicem véstitum , de altari re- tinct ,tunm non est, rapina est. Hurto.y ra= piña dice que es quanto retiene para su profas nidad ,- Ó para atesorar, de lo que sobra á su honesto vesiido y comida parca. Y en la Epís- tola 42 dice: claman los pobres: dan voces los hambrientos : quéjanee los necesitados , y dicen: Siosótros tambien somos redimidos con la san= gre de Jesuchristo: nosotros, aunque meno= res. somes hermanos vuestros , 4 quien debeis sustentar del patrimonio de nuestro Padre. Con erueldad nos quitais lo que en vanidades y jue- gos expendeis, Llamó Christo nuestro Señor 4 los Ministros de su Altar sal mística de la mesa de su Igle- sia: Vos estis sal. La sal preserva de corrup- cian; pero es ¿menester que se deshaga la sal. ¿Amenaza ú la doncella la corrupcion de la cule pa por ser pobre? ¿Al necesitado la corrupcion del hurto? ¿A la pobre viuda ó casada la cor- rupcion lamentable de su honra? ¿Qué reme- dio? Deshígase la sal en limosnas que las re- medie y preserve de ofender ú Dios. Pero si la sal se está entera , si la sal no se deshace, ¿có- mo no ha de haber corrupciones?