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L ! E o 190 De la Confesion * rayillogos efectos he visto en «1gunos lugares, por la asistencia y aplicacion devota de algua señor, Sacerdote , así. al confesonario.,. como á otros exercicios; pues aunque vayan : de fuera de quando en quando Confesores (que impor- ta tambien mucho), no obstante tiene la ven» taja de estar allí permanente , y estoalienta mas ¿da freqúencia de Sacramentos ,.por Ja oportu= nidad. que hallan, Todo: esto hace admirable evo, y, des parece grandemente á.los señores Curas. y: Sacerdotes que tienen zolo de la sal- vacion de las. almas, y una centellica de amor divino, «y deseo de cumplir con,su ministerioy oficio; pero si esto falta , es por demas ó en va- uo tratar. de estos puntas ,. y. como quien ha) la de comidas al que tiene mortal inapetencia, que mas. le «fastidia olx-tal conversacion. Y 4. tedo lo propuesto habrá reparos , dificultades, razo- ues de prudencia humana, presunción ,proso> popeyas, satisfaccion propia, imposibilidades, repugnabsias, y oxelí no sean desprecios de quica lo desea introducir, Todo du dicho hasta aquí es doctrina gene- ral , y áuñque no hay en todos las faltas y de- fectos referidos , pues se ven muchos. lugares admirablemente «cultivados por el zelo de los señores: Curas (de que soy testigo); pezo los que las tuvieren, teman aquella terrible senten- cia tan sabia de San Juan Chrisóstomoy que di- ev: Miror. si. aliquis Rectórum potes: salvari, Que se. admira el Santo , si algun Párroco se puede. salvar , por ser tan dificultoso cumplir

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