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184 De la-Confesion camaristas , ESc. pues en tales casas hay ora» torios, y nunca faltan buenos exemplos da otras, y la que quiere puede ser muy virtua- sa, honesta, recogida y perfecta. CAPÍTULO VL Reflexioñes para los señores Curas y Visitar dores eclesiásticos. p or ser importantísimo en los Pueblos el que los señores Curas sean muy exáctos y asis- tentes en sus ministerios; así como es dañosf-= simo, si no lo son, me parece poner aquí al- guna especial reflexion , para que tambien exá- minen sus conciencias acordándoles lo que ya saben. Verdaderamente que si un señor Cura - ze- loso procura en un pueblo y en su feligre- sía Ó parroquia (demas de la enseñanza de la doctrina christiana ) fomentar la freqiiencia de Sacramentos, un poquito de lection espiritual los domingos y fiestas por las tardes, y un ra- tico de oracion mental, será un jardin ameno de virtudes para Dios ; y de no haber esto se sigue estar perdidos muchos lugates. Y así de- «ia el V. P. M. Avila, que la mejoría de un pueblo se conoce en la freqiencia de Sacra- mentos. No será descargo , Señores , en el juí- cio divino lo que suelen algunos alegar para excusarse ; y es, que no quieren confesar con el Cura. No es así (hablando generalmente),