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180 * De la Comunion Es- tambien cosa abominable querer, y aut precisar á que los criados y' criadas les sirvan de rodillas , «como si fueran unas deidades. ¿Y qué horrenda'cosa, y aun escandalosa , “seria: si esto se viese en algun consagrado ú Dios , usan- do de beso pies, y otras indignidades -agenas de su estado? Verdaderamente que quien estó desea y permite, tiene unos visos y resabios de Lucifer, que intentó otro «tanto con Jesuz ehristo. De aquí suele :ya difundirse este abu- so, como peste, á otras de “inferior clase , así en las cortes, como en las ciudades que quie- ren imitarlas , y no faltan-lísonjeros que lo apoyen. Pero si. unas obran esto, tambien hay otras grandes Señoras , que':mo «permiten tal eosa , y solo quieren que á* Dios se den- estas adoraciones. CAPÍTULO Y. Docírina para los que habitan los palacios y casas de Señores. at conveniente en este lugar extender la doctrina para Jos que habitan Jos palacios y sas de Príncipes , y Poderosos. Á estos lesad= vierto, y pido por: caridad y por su mismo bien , que hagan reflexion y exáminen cómo han aproyechado y aprovechan (quizá despues dle muchos años.) en la escuela, no de lisonja, sciosidad ; política, «etiquetas, danza, sarao, esgrima , representaciones , Iuúsicas, tramo»