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166 De la Confesion CAPÍTULO IL Doctrina para las doncellas. L.. doncellas son como un terso y hermo+ so cristal ó espejo , cuya delicadeza pide gram cuidado para su conservacion. Deben ser ho- nestísimas y purísimas .en pensamientos , pa= labras y obras. Su trage requiere d permite en ellas alguna mas especialidad , asco y gala que en las otras mugeres; pero huyan de la profa= nidad y de toda deshonestidad , que en don= cellas es cosa afrentosa , y desdice mucho mas. Sean recatadas y mortificadas en la vista , es- pecialmente quando hay algun peligro, pues una doncella con los ojos libres , altaneros y desenvueltos , indica un ánimo y corazon im- puro ; y sobre todo deben ser encogidas , ver= gonzosas y sérias en el tratar con los hombres, aunque sean parientes «muy cercanos. Si estan tratadas de casar , 0 son pretendidas , no per- mitan llanezas con tales sugetos * aunque no dexen de tenerles amor , pues despues las es- timan mas , viendo su fidelidad y recato aun con ellos mismos; y de lo contrario “suele el diablo introducir ya casados la pasion de zelos. Miren y teman- lo que se experimenta muchas veces; y es, que sÉpor este ó aquel motivo se desvanece el contrato,irritados los hombres por vengarse, se van alabando y gloriando de lo que han hecho y lo que no han hecho, porque