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156 111 De la Confesion Santa Catalina de Sena , que vió en el infierno 4 muchos casados rebolcándose en aquellas vo- races llamas por esta causa. Ahora considero que algunas personas casa- das, oyendo d leyendo esta doctrina así-en general, entran en gran temor , y deben sa- ber en qué .6.cómo pueden pecar entre sí , y lo que deben executar , para no arriesgar su : salvacion. Y porque he reconocido con la ex- ES periencia (aun despues de impreso este libro la 4 primera y segunda vez, y dicho allí algo de | esto ) que no basta tocarlo así en general, sino que es importantísimo explicar esta doctrina con mas claridad; pues de lo contrario se sigue quedar muchos y muchas en mayores dudas y confusiones ; y si lo dexautos ó fiamos 4 que irán 4 preguntar al Confesor, muchas perso= nas tienen empacho d vergiienza , ó no tienen confianza , ó no quieren; y si los Confesores han de ir preguntando á todas las que legaren acerca de.este asunto (coímo algunos quieren ), fuera de que siempre serán pocas las que lle- guen ; pero tambien los mismos Confesores £ veces se retienen y cautelan en esto , porque habrá quien acaso temerariamente lo juzgue por vana curiosidad , que 4 todo se extiende la malicia humana, Por tanto, tengo por muy-im- portante y preciso, y acto de grande caridad $ con los próximos, vencernos en este pimto,*y 4 explicarle con mas claridad (aunque nos expon- A JGCNA s gamos á la censura de-algunos ménos prácti- A 0os.en el confesonario) , para que leyendo, sa»