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150 'De la Confesion muy afligida , diciendo que su hijo habia hez cho una cosa muy mala , teniéndolo por gran pecado ; porque viniendo este de la Iglesia de comulgar , le preguntó si habia escupido en la calle. Dixo que sí; y afeándoselo mu- cho , le envió 4 que buscara la saliva , y la recogiese en un pañuelo: con que el pobre- cillo quedó horrorizado con tales extremos de la madre , juzgando ámbos habia sido un sa- crilegio ; y si supieran lo que aquí se ha ad- vertido , no hicieran semejante cosa. Otro es- taba en la inteligencia de que el dia que se comulga no se ha de escupir en todo el dia; y si se hacia era un gran pecado. Otro habia que se iba á comulgar , y si acaso por descui- do tocaba ó entraba en la boca la ala del som- brero , le-farecia que yá no podia lícitamen- te comulgar. De otro hombre se refiere que tenia feísimos pensamientos , y se afligia tan- to , que el modo de resistirlos era morderse los dedos , y los tenia bien cercenados por esta causa , hasta que un Confesor le reme- dió su trabajo , desengañándole, y enseñán- dole lo que es sentir y consentir. De una mu- ger se dice padecia una gravísima tentacion quando conmulgaba ,-y eran unas feas imagi- naciones de que guardase la sagrada forma; despues de haber comulgado ; porque se le proponia que habiendo en ella un hombre, tendria con quien pecar, y la pobre estaba tan horrorizada como se dexa considerar; todo era ardid del diablo para que no si