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Pilla 3 tán das MEE a ARAN atrbd 144 De la Confesion ten en su corazon; y en esto se conoce el aprovechamiento de una alma: lo qual no de- ben estorbar ni padres, ni amos , ni maridos, ni otro ninguno , mayormente quando no fal- tan á sus domésticas obligaciones , como se su-= pone. Y los que (sin motivo justo) lo impi= den , y los que forman y desprecian estos y otros exercicios de virtud , son ministros: del demonio , agentes de Lucifer , y tienen seña= les de réprobos y condenados. Mirad , padres de familia , y otros qualesquiera que lo. impe- dis , ósea entre seglares , d entre Religiosos y Religiosas (que seria lo mas lamentable), que dareis estrechísima cuenta á Dios, que di- ce son sus delicias estar y. comunicar con sus criaturas , y siente mucho esta ofensa y y que le impidan los efectos de su dulcísimo amor. Algunos andan buscando motivos frívolos pa= ra estorbarlo ó vituperárlo , de que son casas das , de que son doncellas , de que se hacen singulares , Gc. y no es sino verse tácitamen= te reprehendidos de su tibieza. Estos son co- mo el perro del hortelano , que ni come la fruta ni la dexa comer. Antes habian de ale- grarse de que en sus casas y familia hubiese muchos que freqientasen los Sacramentos. De- xen en esto gobernar 4 los Confesores, que tambien saben hacerse cargo de las dificulta- des que puede haber , y aconsejar con pru- dencia y zelo lo que conviene; y ú ellos los ha puesto Dios en su lugar para gobernar es- tos puntos, Cosa monstruosa y vergonzosa es