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y Comunion. Trat. I1. 117 nancia 4 los floridos y retóricos, porque no les dan (como dicen) en las mataduras. La Misa n mucho que sea brevecita ; y un credo mas se les hace una hora , no fastidiándoles tres con una baraja, ó en una comedia , festin, títeres , visita , con riesgo de honestidad , y en lisonjas , ó en componerse. Si tienen algunas devociones y rezos, suelen cumplirse por. ta- rea y en conversacion, y sin rastro de aten= cion , y así merecen mas castigo que premio, Si entran en cofradías , 6 hermandades , ó es- cuelas de Christo , mas es por el bien parecer y ponerse aquel sobrescrito honroso 5 pero las tales Cofradías no entran en ellos, pues están cerrados los puertos con sus pasiones inmorti- ficadas para practicar las virtudes. En las Igle- sias están con grande irreverencia , parlando y censurando 4 la que entra y sale, como si es- tuvieran en la plaza. El confesar les causa te- dio y melancolía , porque tienen muy estra- gado para lo bueno: el gusto interior de sus al= mas; y aun suelen hacer mofa de las personas virtuosas y que freqiientan Sacramentos, po- niéndoles apodos de místicos , quimeras , giz- moños 0 —beatas. Y quando llega el caso de confesar (que súele ser bien tarde ) andan bus- cando el Confesor 4 su modo, que no les re- prehenda ó conozca, d vaya ú la mano. Y otros hay que con todos estos gabarros, pasados y presentes, suelen hacer unas Coúfesiones ordi- narias , relatando:su letanía, como si fuera gen- te-yirtuosa y de conciencia ajustada; y en lo

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