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y Comunion. Trat. 11. 115 habiendo tenido ántes esta mala vida. Díme, desdichado viejo , que eres como otro monte Vesubio , por defuera nieve , y por dentro vol- can; ¿4 quándo aguardas 4 desengaiarte y ar- repentirte , y lorar y enmendar tu mala vida? Quando eras mozo decias, que allá. en la ve- jez harias penitencia : ésta: ya llegó, y te ha- llas peor. Teme pues, que el plazo. que te res», taes de la eternidad del infierno. Pues si es en otros vicios, hay muchos que suelen estar metidos hasta las cejas. Son sober- bios y. llenos de vanidad y presuncion , glo» riándose en sus habilidades , talentos , letras, genealogías y prosapias, y en sus riquezas y hacienda. Son pródigos en jugar doblonadas y en gastar sin imodo ni regla, en imitar modas en el vestidoy trages aunque hagan trampas; y para socorrer 4. un pobre son muy tiranos, y tienen sus corazones endurecidos. No tienen caridad mi compasion con los próximos , aun- que les: vean en aflicciones y penas. Están prom» tos-4 la venganza, á la murmuracion y juicios temerarios , y censurando vidas agenas. Son linces en el logro, enla codicia y falacia, en la usura é- interes. Si:hacen algunas obras de piedad. y culto divino , como es en mayordo= mías ó funciones de la Iglesia , alargan la mano en gastos , vestidos, convites y dádivas, lle- vados de la vanidad y apetito del qué dirán, y porque corra la voz de su galantería, y que han sobrepujado á otros ; pero habiendo para esto:,.no hay pára pagar deudas ú los acreedo» : H2