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y Comunion. Trat. I. 9 das , temores , recelos y escrúpulos : Sí aca- so me confesé bien ; y si dixe este y este peca- do: si declaré esta circunstancia : si tuve dolor bastante y suficiente propósito; y finalmente es importantísima para asegurar una buena muer- te. Y creeme que experimentarás , si la haces bien , un grande gozo y consuelo interior. Confirmelo este caso. Paulo Barri, y el Des- pertador del Alma (fol. 274.) refieren que cierto Caballero hizo una Confesion general de toda su vida; y no cabiéndole despues el gozo en el alma, dixo: Dichosa mil veces la hora en que hice Confesion general , que estoy ahora co. mo-si me hubiera quitado de encima un peso mayor que un monte ; y en cingiienta años que he vivido , jamas he tenido gusto ni consuelo como el que tengo al presente. Yo tambien te pudiera referir muchos casos semejantes á este que me han sucedido con varias personas. Lo tercero , es dañosa la Confesion general para personas escrupulosas , y para las que ha- hiéndola hecho ya de todas las culpas y vida distraida que tuviéron en materias de desho- nestidad , ahora el diablo las anda inquietan- do para que vuelvan ú remover la piscina de la vida pasada", que no sirve sino de man-= char la imaginacion con aquellas memorias , y perturbar la conciencia con nueyos escrúpu- los ; y lo peor es, que suelen remover muy feas tentaciones en cosas torpes, con que se ven remitidas en un fuego.de deshonestidad y estímulos de la carne , introduciéndose el de- G 2 1] 3 1 $ 4

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