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= 492 — ~ flumana es un conjunto de séres independientes de la autoridad de Dios, y unidos entre si sin vinculos y a estilo de animales, lo que no solo seria una’blasfemia, sino un absurdo reprobado por el sentids comun y por el intimo de cada individuo de la dada en leyes y eompee que son inmutables por tener su ori- gen en Dios. Y en este caso, ; quién no ve, que la diversidad de doctrinas y principios, contrarios unos 4 otros y c ntradic- torios en su ensefianza , tiene que ser muy perniciosa para: la _ sociedad? Es innegable, mejor dicho, es infalible , pues lo ha dicho el Vicario de Cristo , que esas doctrinas tan varias como errdneas , en las cuales se niega la autoridad constituida por Dios para gobernar las persuasiones del entendimiento. huma- no, ij dirigir las acciones tanto en la vida privada como en la social, son las que han promovido y alimentado. esos. movi— mientos desgraciados, y las perturbaciones de estos tiempos, que afligen y agitan miserablemente a casi todos los pueblos '. La cuestion, por tanto, esta decidida: la politica que ense- fia la Iglesia catélica es la verdadera, la sana, la recta y la que esta en armonia con los principios*eternos’é inmutables de verdad} dé derecho , de justicia y de caridad. La politica que emana de las sectas , que han negado el principio de autoridad constituido por Dios, es una politica alzada , que destruye por consiguiente el principio de autoridad: y por. mas que los que la adoptan, quieran que se guarden los principios de jus- ticia y de derecho, las malas doctrinas defendidas por las, sec- tas contrarias 4 la religion catélica lo impiden, siendo un ele- mento perturbador permanente, y un obstaculo 4 todo érden social que se quiera establecer y conservar: Hemos comparado Ja‘ politica catélica con la protestants, y hemos visto que la adopcion de ésta por gobiernos separados de ‘In ead. Epist. ad protestant.