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iila, Asi como de todo lo grande y perfecto quese habia de eje- cutar en los tiempos venideros se vid alguna sombra en la épo- ca de la ley escrita, asi tambien la hubo dela vida perfecta que los hijos de la gracia habian de observar. El profeta Jeremias nos dice, que habiendo ido de parte de Dios al hospicio de los recabitas, que habia en Jerusalen, y convidadoles 4 que bebie— sen el vino que les presenté, le contestaron, todos que no bebe- rian vino; porque Jonadab, hijo de Recab, les habia prescrito una regla de vida que observaban con todo rigor, y se reducia ésta 4 no beber vino jamas, ni edificar casas, ni sembrar tri- go, ni plantar vifias, ni tener heredades, sino vivir en. tiendas de campafia todos los dias de su vida: lo que, aiiadieron los re- cabitas , hemos observado hasta ahora, sin que tengamos casa, ni agar, ni vifias, ni granos, ni nosotros, ni nuestras mugeres, ni nuestros hijos'. Esta familia de los recabilas, que. algunos creen descendientes del suegro de Moisés , Jetré, era antiquisi- ma yaen tiempo de Jeremias: y hablando de ella San Jeréni- mo * dice que fueron sus indivyiduos un preludio del monaca- to, pues vivian en despoblados , no tenian casas como peregri- nos en la tierra, se abstenian de vino, no negociaban, ni poseian riquezas, ni las buscaban aunque tenian muger é hijos , con- tentandose con el fruto de sus rebafios, y por fin, eran hombres dados 4 la contemplacion, sabios, estudiosos de la ley.,. y entre gados 4 cantar las alabanzas divinas. __ s frbed Figura mas expresa de la vida perfecta del linesailidian eran Eliseo y sus muchisimos discipulos, quienes comian de: wna misma olla * y del mismo pan, y vivian en suma pobreza, pues hasta los hierros con que trabajaban no eran suyos,, sino prestados *. Pero al fin, todo esto eran sombras : Jesucristo. fué quien con st ejemplo enseiid alos hombres a no tener casa pro- ‘ Jerem. cap. XXXV. ¥.5. 6, etc. * Epist. XII. ad Paulin. * 4.° Reg. cap. IV..v. 38. 4 4.° Reg. cap, VI.v. 3.