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lesa Vv. aides = Al derecho de propiedad segu ed Bvangelio. , a Es facil comprender por las palabras y las acciones de Je- sucristo , que éste llamaba a todos los hombres a una vida or- * denada en la practica de los mandamientos desu ley , aconse- ‘Jando al mismo tiempo a los que quisiesen Seguir su ejemplo a abrazar un método de vivir mas santo y mas perfecto. Los pre- ceptos del Evangelio debian ser la norma para todos en gene- ral, y los consejos lo serian para los particulares, que implo- rando los auxilios celestiales, se decidiesen 4 seguir al Reden- tor del mundo por las sendas de la perfeccion que les habia marcado. Todo esto habia tenido su modelo en vida del mismo Jesucristo. Mas de quinientos eran los hermanos en la fé que habia en la Judea poco antes de subir Jesus a los cielos ‘ : pero éstos eran discipulos dela doctrina de Cristo, que tenian su modo de vivir, y vivian en su hogar, con su muger, con sus hijos yscon los demas vecinos de su aldea. Pero, al mismo tiempo, habia otros 4 quienes Jesucristo. habia Jlamado perso- ~ nalmente; y feeron tan fieles al Hamamiento , que dejaron cuanto tenian, y renunciando 4 bienes habidos y por haber, a muger; a hijos, 4 amigos y parientes, siguieron a Cristo, y estuvieron siempre junto a su persona, comiendo de lo que él comia, bebiendo de lo que bebia, no teniendo cada uno nada que fuese suyo sino de todos los hermanos, y dependiendo to- | dos de una sola voluntad, cual era la del Maestro. Esta. casi por demas el decir que esos eran los Apéstoles. Dos géneros de vida estaban representados en aquellos pri- meros discipulos de Jesucristo, el de los buenos en general y el de los perfectos en particular. Jesucristo no mando a nadie, "4." Cor. cap. XV. v. 6.