BCCPAM000539-2-03000000000000

a sipiencia, es el haber pretendido que se hagan las cosas por persuasion en una edad, en la cual apénas ha podido el alma saludar el horizonte del raciocinio, ni mucho ménos formar un criterio sobre el mas insignificante negocio de la vida. -. Siexplicaramos este asunto como un punto de moral, referiria- mos aqui las consecuencias de este modo de obrar ; pero 4 lo mé- nos , nolarémos, que los instintos que se desenvuelven con tanta precocidad en los jovenzuelos, deindependencia prematura de la vigilancia pateraa, de poco 6 ningun respeto a sus maestros, y deuna especie de sed que los devora de entregarse a una vida sin yugo, son el efecto inmediato de haberse planteado en la sociedad un magisterio que ha prescindido de todas las reglas dictadas por la revelacion, y conocidas por la simple razon na- tural. Pero el liberalismo ba ido mas alla en sus invasiones para desgracia de la humanidad y para perdicion de la juven- lud estudiosa; pues despues de haber preparado al hombre des- de su infancia a la vida sin trabas ni correcciones, le ha pro- porcionado en el cambio de doctrinas e! medio para que se haga aleo. La Iglesia habia proporcionado a la juventud un camino seguro para llegar ala cumbre debsaber, poniendo en sus ma- nos aquella filosofia acertada y segura de los sabios mas ‘céle- bres de la antigitiedad , purificada por ella misma de algunos -errores, y elevada 4 un grado mayor de perfeccion cieutifica por los Santos Padres y ullimamente por Santo Tomas de Aqui- no. En esa filosofia todo era positivo, y su estudio engendré en todas las épocas sabios Veriladeramente — como lo demuestran sus obras. i 2 Pero el liberalismo tenia eb instintovite su marasmo, mién- tras no arrojase de |a sociedad esa filosofia , y por eso se apre- suré 2 sustituirla con ofra Hamada justamente de negaciones, porque constiluye el saber en no saber nada posilivamente, en estar el hombre dudando siempre, en negar lo quela razon na- tural le inspira, y en no conceder existencia objeliva a ningun