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a5 os vina, los mandamientos, la ciencia de Dios , él conocimiento de sus obras, y las obligaciones del hombre, como el texto de lec- cion para el nifio, para el jéven y para el varon adulto, Y, 2a quién prescribe el deber de ensefiar todo eso? Al que tiene el honor de Ja paternidad natural, la cual viene 4 ser una’ deno- minacion vana, y hasta puramente animal,’ si no se ve realzada con los oficios de la paternidad moral , que consiste en comuni- car al hijo la ciencia de la revelacion , para que conozca a Dios, y la de sus mandatos, para’ que viva con arteglo 4 ellos. Este es el grail deber ¥ la nobilisima prerogativa de la paternidad, de- ber exclusivo de ella por derecho natural, y adjudicado ala Iglesia por derecho divino, cuando dijo Jesucristo a los Apésto- les, que ensefiasen’ 4 todas las gentes lo que le habian oido & él *. | Qué expresiva, qué decisiva y qué concluyente esta la sabiduria divina, cuando habla con los padres sobre el deber en que estan dé educar a sus hijos , y sobre el género de educacion que les han de dar! Quien escasea el castigo, dice, quiere mal a su hijo *: ensena a tu hijo y corrigelo, y no pierdas las esperanzas; pero no llegue tu séveridad hasta ocasionarle la muerte*. El’ justo que procede'con sencillez, dejard despues de si hijos dichosos*. No te alegres de que tus hijos son mu- ‘hos, $i son malos; porque mejor es tener uno temeroso de Dios, que mil malos; y mas cuenta tiene el morir sin hijos, que dejar hijos malos*. , Puede darse éncargo mas honroso, ni mayor claridad para explicar los deberes que es _ atiejos, y la desgracia dé quien falta 4 ellos? = _ Para ejemplo de todos , nos ha dejado digi el Espiri- fu Santo én los libros santos; el modelo ‘de la educacion sdlida y Verdaderamente ilustrada, 4 que los hombres deben acomo- darse.. Aun 4 trueque de alargar el contexto de esta materia, ‘Mat. cap. XXVIII. v. 20. ES cap) KIX. 9. 48. 2 Prov. cap. XIIL. v. 24. +70, Capi Sy... * Ecchi. cap. XVI. v. 4. 3. 4.

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