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— 440— acaba de nacer, pues viene a la luz.envuelto en inmundicia, y masse parecea un muerto que a un vivo. Pensabaen esto un fildsofo pagano, y,acusabaa la naturaleza de madrastra ,. por- que miéntras ningun animal se queja al nacer, y ninguno, deja de, venir vestido al mundo, soloel hombre que ha de mandar: 4 los ‘animales sale desnudo,, llora al.momento que, nace, y-no encuentra en el dia de su natalicio mas lecho que la dura tier- ra‘, Tristisima es la yenida del hombre al mundo, y ¢quién, dice San Agustin*® , no se horroriza y se espanta, y elige la muerte, si-se le propone que escoja entre morir 6 volver @ na= cer ? Pero, véase lo que hace el amor: la madre toma a ese hijo sin que la espante su suciedad , y ella loJava, lo cubre, lo calienta , lo besa, lo abraza, y lo arrima a su pecho, y. miéntras su hijo da vagidos porque presiente los. males de la vida qne ha empezado a recorrer, lamadre llora de gozo por-. que es madre, y esta dispuesta a sacrificar su misma vida por el hijo que acaba de nacer. El mismo esmero que tiene enlén- ces para asearlo, lo tiene despues para criarlo, y io tendra siempre hasta que lo vea crecido, robusto, hermoso y perfecto. Preguntamos ahora: { conoce ese hijo 4su madre? jLa ama? He ahi la diferencia inmensa que hay. entre Ja naturaleza. animal y la racional : cuando cualquiera de los.animales esta ya, casi en disposicion de no necesitar de su. madre, es precisa- mente cuando el: hombre recien venido al mundo, empieza, a. conocer 4 la suya’; la conoce en los carifios, en-los dsculos , y. en una risa que no ve sino en ella, como dijo el poeta *. Poco tiempo despues e le presentan los objetos, y él va fijando. poco poco en ellos sus miradas; pero ninguno cautiva su atencion sino. su madre: ésta tiene ya un lugar en su corazon, ugar que ella © Phin. in procm: Wb! Lib. 24. de Civit?’ Dei: cap. XIV: 7 Incipe , parve puer, risw cognoscere matrem. VireiL, Bucolic. Eglog.. IV.

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