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— 433 — cion es el efecto: concomitantante de su amor, y esto es lo que ha de ligar aja muger con su marido : el amor hace que la obediencia sea deliciosa; la obediencia va dando ‘creces' al amor , porque Ja esposa 'veen su: esposo al amigo, al hérmano, al compafiero, a quien la alimenta, la protege, la acaricia, la da nombre, riquezas y gloria, ya quien’ la ama; como se ama & si mismo, su propio cuerpo y su misma alma:Y para que este amor sea ‘justo: y santo, el-Apdstol presenta el modelo, dicien- do: Vosotros; maridos, amad @ vuestras mugeres, como Cristo.a a su: ree — @ — en ” ella‘... tearent ab oj mt} en No jell ache una idstitucion mas santa del principio y conservacion de la familia; es originaria de Dios mismo, y por consiguiente, tiene que ser perfecla en todas sus partes: ha sido reformada por su propio Hijo, aboliendo ‘privilegios trati- sitorios, pero tolerados por algun tiempo, hasta que Ilegase el destinado, 4 dara: todas las cosas la perfeccion que la ley anti- gua no daba’?: ha sido elevada 4 una dignidad, cuales Ja del sacramento, por la cual se recibe la gracia para llenar losde- beres queel matrimonio impone, y no podia ménos' de dar los resultados admirables \) de. — me ae i asec de diez yocho siglos:: 3 ~ ‘No tenemos para i describir la felicidad que se aposenta, como en propio retrete, en'el hogar del esposo amante y de Ja consorte fiel > ‘ni ménos dirémos, .cual es la vida intima de dos ~ almas atraidas mitwamente como el iman y-el acero; ni mucho ménos reproducirémos aqui esas pinturas poéticas que algunos emplean, no viendo en el lecho nupcial' sino fosas , en el am- biente sino aromas , y en las miradas sino dulces saetas. Sabe— mos que junto, la guirnalda nupeial hay zarzas; que despues del sonido de la clara react vienen, lagrimas, y no ig- 77 1 Ephes. cap. V. ¥. 25. 2 Hebr. cap. VIL. v.49. Too ul. 28