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=434 “a : > aati en sus palabras y en sus documentos yes donde ea- contramos descrita la formacion de la familia, y lo que han de ser el varon y la hembra unidos en matrimonio, segun la malty tad de Dios. Empieza el Apéstol por hablar de los hice y deceshon reciprocos de los conyuges , no concediendo en cuanto a aque- llos, ni un apice de superioridad al uno sobre el otro. El.espo- so y la esposa son, segun el Apdstol, dos séres, que en fuerza del mutuo amor, no se perlenecen a si mismos, por haberse dado reciprocamente el uno al otro el. uso licito y honesto.de su cuerpo, paraengendrar hijos que sean herederos de su fe y con- servadores de su sangre; y para este fin, la muger, dice el mismo, no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el. marido:..¥.,asimismo, el marido. no tiene potestad. so- bre su propio cuerpo, sino. la muger:*.. Relaciones mas. inti- mas y mas afectuosas que eslas en el érden natural no pueden darse en la naturaleza humana. La union material apénas es digna de llamar.la atencion., pues la ha precedido , 1a acompa- iia y la sigue otra union mas noble y. sublime por su naluraleza, cual es la de los afectos del corazon, cuales la de las almas. Porque, todo lo que se reducea actos transitorios , es cosa que pasa con la velocidad del, tiempo; ‘pero el afecto, la union de las dos almas en.un mismo objeto y con un mismo fin, tiene la tendencia natural de perpetuarse ; y por esta razon, Dios insti- tuyé la indisolubilidad del vinculo.del matrimonio, pues es este, mas bien que la union de los cuerpos, la conglutinacion, por decirlo asi, de las almas. ' Mucho, y con una elocuencia shina: habla. el Apdstol.so- bre este mutuo amor que se han de profesar los casados; pero no empieza a hablar de él, sin decir primero lo que es el ma- rido respecto de la muger, y la muger respecto del marido, 2 4." Cor. cap. VIL. v. 4,