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ii nobilisimos , de otros algo mas inferiores , y de otros infimos, y aun de algunos en quienes. no hubiese sino una vilalidad muy diminuta, y hasta de otros que: estuviesen enteramente muertos, y que ahi necesario cortar para arrojarlos en el muladar del anatema. Son aquellos los que, como dice e! Tridentino ', estan- do unidos siempre 4 Cristo como los miembros a la cabeia y como los sarmientos 4 la vid, reciben de él la .influencia de su gracia que antecede a todas sus obras buenas, y las acompaia y las sigue, no siendo posible por manera alguna, que sin esta gracia sean éstas aceplas a los ojos de Dios, ni meritorias sus. obras: son esos miembros aquellos que con todo esmero conser=\_ van la fe, la esperanza y la caridad, ‘sin las cuales no podrian recibir otros dones especialisimos, que Dios concede a algunos que se elevan sobre los demas por su santidad engrado herdico. El mismo Jesucristo nos insinud con sus palabras, que po- dia haber en su Iglesia algunos miembros que estuviesen easi sin ninguna animacion, y otros que esluviesen tan muer- tos , que hubiese necesidad de cortarlos y separarlos; como miembros podridos de su cuerpo mistico. Cuando ensefié aSan _ Pedro el modo de corregir al que peca, le sefialé tres cosas, la amonestacion privada, la ptiblica, pues lo es la que se’ ejecu- ta con presencia de dos 6 tres testigos, y la denunciacion del’ incorregible 4 la autoridad de la Iglesia*. Ese miembro perdié el principio inmediato de la vida delalma, que’es la caridad; - pues para que'se enmiende, se le amonesta privadamente y se le insta @ que lo haga, afiadiendo la presencia de los ‘hermanos: ycompaiieros. Ese miembro pertenece siempre al cuerpo mistico de Gristo : esta enfermo, le falta la animacion verdadera y lozana por faltarle la gracia que perdi por la culpa; pero conserva la fe y la esperanza, y cree cuanlv le ensefia la Iglesia y espera en la misericordia divina, y por consiguiente la raiz de la vida esta ' Sesion VI. cap. \VI. > Mat. cap? XVII. v, 15,46, 417,