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eonsorcio de am r. Es Dios el principio, ‘wibea él fin de la ‘union del alma con él: constmase esta union de una ‘manera invisible, como que es toda espiritual, no leniendo que ver nada en ella los objetos éxteriores. Pero si los efectos de esta ‘union ‘se dejan’ very palpar por los hombres? si: el que Hama a su amistad @ las almas ¢on total independentia de estas entre si, determitia que estas se conozcan mituamente y for'mien un cuer- po moral , donde todas tenga el mismo simbolo de’ fe , 108 mis- mos medios para recibir las gracias necesarias, y para conser- varlas, formando todas una misma sociedad de amor de Dios y de reciproco amor entre ellas manifestado en ‘signos exteriores, y viviendo bajo" la direccion de una misma Cabeza, y endere- zandose todas a un mismo fin. {Dejara acasd esta sociedad de ser independiente de los hombres, y solo dependiente de Dios? Esto es lo que vamos & ver ahora, pata dejar demostrado que la Iglesia catélica es la sociedad mas perfecta, la mas libre de toda traba de'poderes humanos, completamente exenita de sus ‘influencias , y solo dependiente de Dios, que se dignd decre- tar desde la eternidad que su Hijo Be neta honibre para’ que da fandara con su post 3 song rat fh etifssdam ere eee = hein etn We * il exe w la esa bt) oil Como la vida interior de las almas consist en que: estas conserven la primera gracia, ejercitando fas virludes ’ de fe, “esperanza y caridad, resulta que todas las que tienen esta dicha son miembros de una gran familia, ‘en la’ cual viven ligadas por unos mismios vineulos. Y'; dado caso que ellas nose conoz- can unas 4 otras, y que vivan en este mundo en diferentes épo- cas y en regiones diversas, pertenecen todas 4 una misma so- ‘ciédad, animada con el mismo principio , que’ és la caridad , el Tomo t 26