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dice de él, que tuvo esperanza contra toda esperanza ‘: que obedecié ciegamente 4 Dios, y se eché a peregrinar sin saber a Pi Ma BRO Pea bh lees Tia hy et ett ori a otiewasgioeitd 5 “<5 ro, como Ia luz del sol, que San Pablo no trata en ese capitulo sino de demostrar obras legales y los Fitan jndiicas no bastaban 4 los mismos judios para ser justificados sin la fe en Dios y en sus prome- sas ; y lo demuestra, afirmando que Abrahan fué justificado y Hamado amigo de Dios antes de'recibir la c rcuncision , pues llama a esta’ sello de Ja justicia de la fe, intes de cumplir con este mandato que Dios le dié mucho pares ee Vad aeolta weve ‘ahs (Gén. cap. Lay! 2, ‘miéntras que el hecho 4 que sé retiere ‘el Apéstol y tambien Santiago el Menor, por el cual Abrahan fué llama- do amigo de Dios, tuvo lugar once aiios antes (Ibid. eae. OY y.8.)En « vano estos destructores de las Sagradas turas han borrado del cénon de los libros sagrados la carta catélica de Santi go, en la cual demuestra con una dialéctica irrefragable que el howabre, of, 194 ifica- do por la fe acompetete fe ie eer y que por cuanto Abrahan hizo cuanto Dios le mandé, uniendo las Obras éxtériores con la fe in- terior , por tanto faé justificado y llamado amigo de Dinar idaenh a: pitulo XI. v,22..24); en vano, repetimos, han corrompido el Evan- gelio, poniendo a abras nels eeapaltanoacs , en Vez de ha- ced penitencia (Mat. cap. IV.'¥. 17.), y otras semejantes :-seria préciso destruir todos los Evangelios y los demas libros sagrados , pues cuan- to coplienense reduce4 inculear al hombre la necesidad de hacer. obras buenas para salvarse. A fe qué cuando Jésucristo ensetiaba4 los judios que creyesen en él si querian ser salvos, y contestandole éstos que erat hijos,de Abrahan, no les dijo solamente que,creyesen en 61 como Abrahan crey6,, sino que les dijo redondamente que eran hijos del diablo (Joan. cap. VII. v. 44.) porque hacian sus obras, afiadiendo esta sentencia : Si sois hijos de Abrahan , haced las obras de Abrahan, (Ibid... v, 39), No amemos, hermanos , con palabras y con la lengua, sino con obra y con verdad , dijo el Discipulo ama- do (1. Joan. cap: Ill. -v. 18.) Ya sabeis lo que os he dicho, -decia & sus Apéstoles Jesucristo ; y seréis dichosos si lo hiciéreis.(Joan. cap. XIII, v. 17). Os he dado ejemplo , para que como lo he hecho yo, asi lo ha- gais vosotros (Ibid. cap. XII. v. 45.) Obras , por tanto, es lo que Dios exige del hombre para justificarlo por los méritos infinitos de su Hijo hecho hombre, siendo esas obras las mismas que Cristo ha prescrito : para que se galvase el hombre, le prescribié Jesucristo , el creer, el ser bautizado, y el observar cuanto le ensenasen sus Apéstoles(Mare. cap. XVI. v. 46.). El protestantismo convierte al hombre, de cristiano en mahometano 6 en infiel que no hacen obras buenas, porque Maho- “ma no las prescribid. : * “Rom, cap. IV. v.48: