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he mano, de quien se afirma que vivid en la servidumbre omino- sa de la fe por espacio de quince siglos: significa esa libertad la emancipacion del hombre del magisterio que Cristo colocé en los Apéstoles y sus sucesores, y sobre todo en San Pedro, a quien mandé que apacentase a todos y cada uno de los fieles de su rebafio , fuesen estos corderos 6 fuesen ovejas : significa. el menosprecio del poder judicial anejo a este magisterio, po- der del cual se gloriaba el Apéstol, diciendo, que lo tenia para castigar toda desobediencia '. Es decir que la libertad publicada por los que abrie- ron la era delos tiempos modernos , se reduce a incitara la so- ciedad 4 que viva sin Dios, sin ley, sin fe, sin doctrina, sin tradiciones, sin magisterio y sin religion. Mayor oscurantismo que este no se encuentra en la historia del linage humano, como no nos remontemos a la época del paganismo, donde en- contramos tan multiplicadas las sectas como los dioses falsos, . cuyo numero apénas puede calcularse por su multiplicidad in- finita. La edad moderna vio la luz bajo el peso de ese oscuran- tismo intelectual, el cual ha ido haciéndose cada vez mas ne- gro y mas denso. : Veamos en globo los grandes acontecimientos de Jos tiem- pos modernos, y comparémoslos con los que tienen alguna sem- blanza en los antiguos, y verémos que unos forman el anverso, y olros el reverso, de la medalla de la ilustracion y del oscuran- tismo: verémos , que en los de entonces hay una potencia mo- triz, que tiene por primer movil la religion , la piedad, el ho- nor, la caballerosidad, cosas por cierto, que no son las compa- fieras de ciertas empresas modernas. Y decimos esto respecto a las empresas de las dos edades, que se parezcan, siquiera en — el terreno de cierta grandeza , aunque esta no sea sino material : porque tropezamos en los tiempos modernos con ciertos aconte- * 2. Cor. cap. X. v. 6. Tomo 1. 6