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ap — * paginas del Evangelio, por haberlas declarado Jesucristo en tres ocasiones solemnisimas, cuales son las que describen San — Mateo *, San Licas* y San Juan *. He ahi la servidumbre intelectual, y por cierto bien raecio- nal y bien honrosa. {Hay acaso una cosa mas razonable que la de que el hombre someta su entendimiente limitado al entendi- miento infinito? ;Hay cosa mas natural, que puesto que la re- ligion con sus dogmas es hija del cielo, y ha bajado del seno de Dios , trayéndola su Hijo a la tierra , crea el hombre lo que el Hijo de Dios le ensefia? Y ; hay cosa mas honrosa, que la su- mision del hombre a su Criador, creyendo ciegamente lo que éste le ensefia, aunque no cemprenda Jos misterios de su natu- raleza infinita, porque son incomprensibles? Eso no es escla- vitud, sino libertad y perfectisima libertad. Esa servidumbre fa tenemos nosotros los catdlicos , y nos gleriames de ella y nos honramos en ella: asi como nos honramos en seguir con obe+ diencia y sumision cuanto nos ensefian les sucesores de los Apdstoles como maestros de la fe, y cuanto nos manda creer y obrar el Vicario de Cristo , en quien reside la plenitud del magisterio en la fe y la doctrina. Salta, pues a la vista la diferencia que hay entre, la Edad Media y la moderna: los corifeos y defensores de Jas doctrinas nuevas llaman a sus antepasados esclaves, apellidandose ellos libres. Apellidan papistas @ les que permanecen en la fe, que les legé la tradicion de los tiempos viejos: y no advierten que, con darnos ese diclado , manifiestan ellos mismos quela ver- dad esta en la Iglesia catélica y la mentita en ellos. Al decir- nos papistas, nos dan el gran timbre de honor, porque no se - concibe que haya un cuerpo sin cabeza, como ne se concibe que haya un cuerpocon muchas cabezas, como no sea algun her- rendo monstruo, Asi, tampeco se concibe que haya Iglesia ca- ‘ Cap, XVI. v.49. * Cap. XXII. v.32. % Cap; XXL vw 43, 46,47