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Fy ) Hase visto jamas que el ocio y la inercia, y mucho ménos la vida regaladay voluptuosa, engendren héroes, que abando- nen su ¢asa, su palacio , su reposo, sus comodidades y su bien- estar, mas 6 ménos comodo, para emprender viajes fabulosos , exponerse a las inclemencias , al hambre, a la peste y a las pri- vaciones de un campamento, con el fin de ganar una ciudad, sin mas provecho para los empresarios, que el de librarla de un poder ominoso que la poseia injustamente , y profanaba las huellas mas santas del globo, que habia impreso en ella el Hijo de Dios? Pues bien : enténces fué cuando estos héroes se con- taron por millones: una edad, por tanto, que produce tanto - valor y tan sublime heroismo, ni es inerte. ni es innoble, ni es tan viciosa como se ha querido suponer. Comparemos ahora una edad con otra y unas generaciones con otras: y una vez recorridos, sin pasion ni preocupacion , los anales de las dos épocas, la pasada hace tres siglos, y la mo- derna, cuyas empresas , cuyas hazaiias , y cuyo modo de ser, 6 lo estamos presenciando, 6 nos lo cuenta la tradicion, 6 nos lo refiere la historia, empezara 4 presentarsenos el problema que sé nos ha ocurrido al principiar este razonamiento. ;Cual sera el oscurantismo mayor en cierto terreno, el de los hombres de la Edad Media, 6 el de las generaciones modernas ? Veamoslo. 2. IL. Colores negros del cuadro de los tiempos presentes. Es una verdad histérica que, al principiar el siglo décimo sexto, lasociedad varié de rumbo en lamarcha de la civilizacion. Llamdse sociedad libre 4 la que empezaba 4 vivir al abrigo de ciertas doctrinas, que enténces se proclamaron: pero esa de- nominacion de sociedad libre no supone, que Ja que le precedié fuese esclava. Prescindiendo de que, antes que Lutero y Cal-

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