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iti existia gran diferencia entre trabajo y trabajo. El impuesto al hombre en el paraiso, como dice San Juan Crisdstomo , era para que tuviese una ocupacion honesta y una experiencia agrada- dable, en lo cual no habia fatiga; pues léjos de haberla, no te- nia mas que alargar la mano y coger las frulas sazonadas , que la tierra le presentaba con toda lozania y espontaneidad; el se- gundo, ya fué una obligacion, obligacion penosa, pues la do- rada espiga no saldria de Ja tierra sino entre espinas y abrojos, que el hombre tendria que arrancar, trabajando y sudando. El trabajo no es, por lomismo, un derecho, sino una carga y una obligacion; es una ley penal, cuya sancion impone al infractor el castigo de su propio cuerpo, como dice San Pablo: Si alguno no quiere trabajar, no coma *. Pero expliquemos lo que ‘significa esa frase de derecho al trabajo, la cual ha sido lanzada al seno de la sociedad, como _ se arroja una tea en un trigo maduro y dispuesto a ser segado. Esa frase hueca y mal entendida por las clases trabajadoras , es la que ha promovido las huelgas que tienen en perturbacion continua @ la sociedad, y ha incitado a los operarios 4 que exi- jan por su trabajo, no lo que puede dar el propielario, atendi- — dos los productos , sino lo que a ellos se les ocurra exigir, ha- biendo llegado ya su temeridad 4 pretender entrar 4 partes iguales con los propietarios , que han empleado grandes capila- Jes en utensilios, en fabricas y en maquinas, y los gastan cada dia en procurarse las materias primas. No significa nada de eso | la frase altisonante de derecho al trabajo: su significacion na- tural y genuina es, que todo hombre tiene derecho 4 lo que gana con su trabajo; y entendida de esa manera, comprende a todos y cada uno de los individuos del linaje humano, empezande por el. monarca que se sienta en el trono, y concluyendo en el mas infimo de sus sibditos. Cada uno tiene derecho 4 ser recompen- ' 2.° Tesal. cap. IL. v. 410.