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ae PR RAZONAMIENTO IIL. EL OSCURANTISMO DE LA EDAD MEDIA Y DE LA ‘+ MODERNA.. Asi como hemos dicho que, para examinar en debida forma lo que fueron las edades pasadas , sobre todo las lejanas , es preciso trasladarse al seno de la sociedad de entdnces, y vol- verse en espiritu individuo de aquellas generaciones, asi afir- mamos ahora, que para practicar esa investigacion , no hay que empefiarse en hacer el analisis de todas y cada una de las circunstancias que hubo en aquellas edades, sino mirar el cua- dro en conjunto , fijando la vista en los rasgos mayores , pues ~ gon ellos los caracteristicos que la definen. Sucede en eso como acontece en el examen de un cuadro magnifico de pintura; pasar la vista por él 4 vuelo de pajaro, es asunto futil, propio de un nifio: detenerse 4 mirar las sombras, es no ver los colo- res vivos: extasiarse en mirar a estos, es deslumbrarse: el caso es, dirigir sus pupilas simultaneamente a todo el lienzo, para comprender el efecto admirable que producen los colores bien repartidos y desleidos , dando los oscuros realce a los cla- ros, y resalte @ los mismos oscuros las sombras, y 4 las som- bras mismas los colores negros. Sin estas reglas para pintar, Rafael , Miguel Angel, Murillo y otros muchos, de cuyos_pin- celes han brotado tantas maravillas, no hubieran sido los gran- des maestros de pintura de los tiempos modernos. Pues bien; los que examinan esas bellezas, han de observar en el exdmen las mismas reglas de proporcion, que tuvieron presentes los que las confeccionaron. Eso vamos a practicar al recorrer la historia de los tiempos de la Edad Media y los que corren, para ver dénde hay mas sombras, dénde mas colores negros.