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: ee sino por amor: por eso da ala verdad tantos atractivos, para que llene todo nuestro entendimiento: por eso se presenta él mismo como bien sumo, para que lo poseamos y nuestra vo- luntad lo abrace con amor y con placer. Y aparece claro, que toda la sociedad no sera jamas enteramente perfecta en la ver- dadera civilizacion del entendimiento y del corazon, con solo ver que en la corta sociedad del apostolado hubo un Judas, que ni creia las palabras del Maestro, ni sc movia por sus prodi- gios, ni se conmovia por sus carifos; antes al contrario, cons- piraba contra él, y por fin, lo vendié a sus enemigos. Siempre se verifica en el hombre el dicho infalible de San Agustin: trahitur animus et amore. Los medios existen: si todos y cada uno de los hombres cumpliesen exactamente con los preceptos de la ley como Jesu- cristo los explica en su Evangelio, la sociedad humana seria civilizada en toda la perfeccion posible en este mundo de tran- sito para el otro; pero no buscamos esto ni en la Edad Media, ni en la presente, ni en las venideras, porque seria buscar un imposible moral , atendido el estado de la humanidad. Busca- mos el saber, si la Edad Media, llamada de oscurantismo, tuvo 6 no esa civilizacion, y si fué mas perfecta que la presente en ese género: y para ello nos trasladamos a ella, y nos introdu- cimos en su seno, examinando sus particularidades, y esto es lo que hemos de investigar sucesivamente en los razonamientos siguientes: pero antes hemos de apuntar cierlas consideracio- nes en el inmediato. Tomo 1. s