BCCPAM000539-2-02000000000000

sa largo tiempo los habitos salvajes, que trajeron a la. Europa central y meridional los barbaros invasores del’ Norte. Ademas fué necesario que pasasen, hasta siglos, para que se dulcifica- sen aquellas costumbres mezcladas de altivez y de ferocidad, originaria esta de los barbaros invasores y triunfantes, y aque- _ lla-del despotismo romano que la habia dominado antes... » No era tan oscura aquella época, en la cual se cultivaban tantas flores de santidad, de saber, de aplicacion a. las letras, y donde sucesivamente iban apareciendo ciertos hombres, quie- nes, Amanera de faros luminosos , irradiaban con su luz los de- mas, y eran como los centros de direccion de la sociedad. No ha- bia, no podia haber oscurantismo intelectual en una edad, que profesaba con integridad la doctrina de la revelacion , al paso que con una solicitud semejante a la de la abeja en recoger ju- gos de flores, se empleaban turbas enteras de hombres en reu- nir todos los fragmentos de los escritos de los filésefos antiguos, y en reproducir sin cansarse, las sabias homilias y los erudites comentarios de los Santos Padres, que habian axistido, en ae inmediatos y que existian enténces. No hay fastos de nacion alguna, que no estén deonaile es- maltados con los nombres de aquellos genios, grandes en filo- sofia, sublimes en ciencias sobrenaturales, vastisimos en el co- nocimiento de las naturales, y elocuentes, hasta el extremo de arrastrar naciones enteras en pos de si, é inspirarlas animacion y Vigor, para consumar hazaias herdicas, y acometer empresas propias de argonautas 6 de gigantes. Oiganse estos nombres que vamos 4 pronunciar, y es seguro que ellos solos recuerdan la eiencia, la literatura, la erudicion, el saber, la valentia y las grandezas inimitables de aquel tiempo, llamado de oscurantis- mo y de-barbarie. Nolo pudo haber alli, donde se encontraron los Bedas,, los Lanfrancos, los Anselmos , los Pedros Damianos ylos Lombardos, los Bernardos , los Gregorios y/los Inocencios, los Tomases de Aquino y.los Buenaventuras, pues todos. ellos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz