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—5eon— eramas bien vencedor, que vencido: el que estaba protegido. por el cuadrilatero mas formidable que ha formado el arte militar, j caso raro. ¥ apénas. visto, ni creible! se, despojd. voluntaria- mente de las proyincias meridionales , con cuya posesion, te- nia desplegada siempre su bandera protoctora de la Iglesia, y se las entregé al mayor enemigo dela misma, renunciando el primero a su honor, y levantandose él mismo un. valladar, de fortalezas inexpugnables, que no le permitiesen ya, cumplir con el. cargo que tenia desde los tiempos de Carlo-Magno, Separa- cion mas palpable no puede darse. El filosofismo reinante en el trono imperial en ‘mil setecien- tos ochenta y.dos, empezé a insinuar la separacion del magis- terio del Vicario de Cristo , erigiéndose quien lo ocupaba en or- denador dei cullo y en maestro y director de los Obispos; el racionalismo concluyé la obra, consumando hasta la separa- cion material de cuanto podia poner en contacto al antiguo em- perador de los romanos con los Papas, quehhabian_ levantado ese imperio hacia. yal mil afos. Pero’ entre tanto, parece que se ha cumplido ya uno de los acontecimientos cuya consumacion insinuaba el Apéstol , cuando decia a Jos fieles de Tesaldnica que el Anticristo no podia venir, miéntras no se verificase un gran acontecimiento , el del apartamiento, el de la separacion. Hemos dicho que la mayor parte de los Santos Padres ¢ in- térpretes sagrados han creido, que el Apdstol dice que lo que impedia que viniese el Anticristo era el no haberse verificado Ja apostasia general de la fe. Pero otros, y entre ellos San Ambrosio, San Gerénimo ‘, San Cirilo Jerosolimitano * n y Lac- tancio *, creen que en esa palabra de separacion , no solo se encierra la apostasia general de las nociones‘de la fe recibi- da, sino la desaparicion completa del imperio romano. Ahora, vease lo que ha sucedido con ese imperio: lo trasladé Constan- ‘ Quest. II ad Algasiam. 2 Catech. 13. * Lib. 7. cap. 15 Tomo t. 34