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— 526 — ser el hijo de pecado , aquel qué se opondra a Dios y.se levan- tara contra todo lo que sé dice Dios, 6 se adora, hasta poner su asiento en el templo de Dios,,como si él fuera Dios ‘. E| Anticristo moral es ya antiguo en el mundo, pues el mismo Apéstol decia en su tiempo , que estaba trabajandose y forman- dose ya el misterio de iniquidad *: pero hay que decir , que el Apistol no fué testigo sino de las primeras tramas de este mis- terio de iniquidad. Habia ya en su tiempo hereges que nega- ban la verdad, y falsos hermanos que se oponiana su predica- cion ; mas esos hereges, como lo dice el mismo Apéstol *, ha- bian de ir ereciendo en los siglos venideros en malicia , en aslu- cia, en dolo, en artificios , hasta que llegase el tiempo de Ja gran heregia, de la heregia por excelencia, dela que, hace tres si- glos se levanté destruyendo la autoridad divina de la Iglesia, y ha dado el ultimo resultado , que es el del racionalismo. Y esta es la heregia , que ha proclamado Ja colocacion de la desolacion - de la abominacion en el templo de Dios por medio del destierro de Dios de la sociedad y del planteamiento del abominable na- turalismo. “ Y {qué pretenden suma el naturalismo? La consumacion de la apostasia de las naciones de Ja verdad y de la Iglesia catdli- ca, que la ha ensefiado en todo tiempo, y la sostiene y la pre- dica como fundamento del érden en la sociedad y en Ja familia, _ Ahora, pues , el Apéstol anuncia que miéntras no se verifi- que esta apostasia, no ha de aparecer el hijo de pecado, ni ha de venir el Hijo de Dios a juzgar al mundo. Por consiguiente, al considerar el estado 4 que ha llegado la sociedad, se ve uno tentado a creer, que la época presente puede empezar a ser el preludio de otra mas triste y mas, azarosa que ella misma, La apostasia general no puede presentar caracler mas pronuncia- ‘ 2. Thesal. cap. Il. v. 4. * Tbid..v...7. * 4° Tim. cap. IIL. v. 43.