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— 524 — no son sino los engafadores de quienes habla San Pedro, di- ciendo que han de venir en los ultimos tiempos. Oigase la des- cripcion que hace de ellos el profeta nombrado: -j Ay de vos- otros , dice a los apdstatas pablicos que se glorian de haber canonizado lo malo, y condenado lo bueno! ; Ay de vosotros, que vais diciendo: dese prisa y venga pronto lo que él quiere hacer, a fin de que lo veamos: y acérquese y ejectitese la ane minacion del Santo de Israel, y lo sabrémos *! No puede darse cosa mas clara: aqui esta descrito grafica- mente el ademan triunfante con que el racionalismo se presen- ta, publicando él reinado de la sensualidad y la destruccion de la virtud, el triunfo presuntuoso é imaginario de la razon, que se empefia en no creer nada que ella no vea con demostracion matematica, y que no palpe con la experiencia: aqui esta se- fialada esa altaneria de la ciencia moderna, que insulta 4 Dios, diciéndole que, puesto que es Todopoderoso ;por. qué no casti- ga sus blasfemias en el acto de pronunciarlas ? Que, “pues esta anunciando desde el principio que ha de venir, {por qué no viene, para ver que es verdad lo que anuncia? Esta visto , pues, que la iniquidad extrema de los hombres es el desafiar 4 Cris- to mismo, diciéndole que le esperan 4 que venga, pero desa- fiandole como quien no le teme. Estamos casi en la época de esos impios. Pero hay en las santas Escrituras otras dos sentencias, cuyo contexto y significacion es lo mas triste y doloroso para el cora- zon de todo creyente , pues significa el estado mas aflictivo a ~ que ha de llegar la Iglesia santa. Una de estas sentencias es de Jesucristo, quien hablando con sus Apdstoles sobre la ruina de Jerusalen y sobre la del mundo, que describe bajo la semejan- za de la primera, dice estas palabras : Cuando viereis que la abominacion de la desolacion que fué dicha por el profeta Da- ‘ Isa, cap. V. v.19.