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— 18 — de la verdadera civilizacion , que no puede existir en el mun- do, sino se reconoce y acata el principio.de autoridad , pues en ese principio y no en otro esta encerrado el manantial de la paz y de la dicha de los hombres, asi. como en el contrario de la independencia individual y de la autonomia se encierra el gérmen de todos los males que ha habido en el mundo, princi- piando por los de los angeles rebeldes y concluyendo por los del hombre apdstata. No nos detenemos mas en esla materia, pues cuanto. hemos dicho en los capitulos de esta obra, lo prueba bastante. : . La yerdadera civilizacion hubiera hecho progresos inmen- sos , si los hereges no se bubieran puesto de por medio, y mu- cho mas los hereges del siglo décimosexto, que entraron con desembarazo y a bandera desplegada en el camino que venian abriendo poco a poco sus predecesores, y que ellos ensancharon para perdicion del mundo. Pero faltaba lo mas imponente de los ohstaculos, y era lo que tenia que resultar de las embestidas violentas de los hereges novisimos, y se reducia a desterrar del mundo la civilizacion de Jesucristo. El periodo que la sociedad viene recorriendo, desde hace dos siglos, es una épo- ca. de corrupeion y de invasion del derecho divino: los. go- biernos seculares han pretendido encadenar a la Iglesia. por cuantos medios les ha sugerido la mala filosofia : despues la han sitiado, para que se rindiera por hambre , y porfin han usurpado el derecho de ensefar al mundo, apoderandose de los mismos establecimientos que ella habia levantado, y su- biendo a las mismas catedras en que ella ensefiaba la doctrina revelada, para ensefiar desde ellas el deismo, el panteismo, el materialismo, el racionalismo, y por ultimo, el liberalismo, que es como la red inmensa que coge todos los errores, y pretende reunir monstruosamente la verdad con la mentira, y los principios. inmutables dejusticia con los axiomas del doctri- narismo, movibles y fluctuantes como las arenas de un medano,