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— fi2— - ¥-no-es esto un-bello ideal. poético, sino una, realidad, que hemos visto planteada en la tierra: yes precisamente esta rea- lidad la que haservido de tipo & muchos reyes y principes para reinar, y a no pocos pueblos , de quienes podemos decir, que fueron los hombres felices que conocieron la edad de oro, suspi- rada por Jos que les precedieron y pintada por.los poetas con co- lores vivisimos. Para probar la existencia posible de, esta reali- dad, solo recordarémos unas palabras relativas al respelo con que cada hombre, debegmirarse a si mismo , y mirar 4 la _muger. Es seguro que para evitande,antemano una accion impura, no hay remedio mas eficaz que el de reprimir y \lesechar el pensamien- to malo, y el deseo que iamediatamente sugiera la concupiscencia de la carne, Véase, pues, lo que dice Jesucristo sobre ese par- ticular, cuando manda que se tenga-moderacion en los ojos para mirar 4 la muger, y,reprimir-los deseos malos ‘ , y si se, obser- vare eso, es, seguro que reinaria en el mundo la edad de oro, tal como la describe un escritor eminente. por estas palabras: « Di- »chosa, edady dichosos siglos aquellos a quien los antiguos pu- »sieron, nombre de dorados,.. Todo era paz entonces, todo amistad ,, todo concordia... Entonces si que andaban las sim- »ples, y hermosas zagalejas de valle en valle, y de otero.en aolero.en trenza’ y en cabello... sin,temor que la agena desen- » voltura, y:Jascivo intento la, me oscabase.» Quien dice sobre esa virlud, diceilo mismo, soiree wlemhaAee tienen por apo el respelo.al préjimo. uy Volvemos, por tanto a decir, al concluir sian cena tial lo ihehemnatiiein al empezarlo, La religion vérdadera es la uni- ca que, ensefando al hombre su dignidad natural, el obje- to de su existencia y su ultimo fin, le da las verdaderas ,ga- rantias contra toda violencia, ora pueda venir ésta del abu- so de la autoridad del principe, ora proceda del abuso de fuer- ' Math, cap. V. v.28) -46° Yh