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= — para adorar en ellas Dios: ningun alcazar suntuoso para los reyes, pocos edificios de lujo para los grandes, casas sencillas para el pueblo , muebles sencillos tambien para todos; apénas un teatro “apénas un circo de esos en Jos cuales él antiguo paganismo reunia 4 los hombres , para que pasasen el tiempo entre escenas mixtas de sangre y de voluptuosidad.| En todo esto, digase lo que se quiera, descuella mucha fi- losofia, mucho conocimiento de la verdad de las cosas, y una fuerza de alma muy vigorosa, y por fin un progréso ascendente en la ilustracion del espiritu y en la elevacion de la inteligen- cia 4 la contemplacion de lo que es Dios , para “consagrarle cuan- to el hombre tiene, y a la consideracion de lo que es el mismo hombre, para mostrarse siempre peregrino en la tierra, y no apegarse a ella, sino mirar siempre al cielo que es la verdade- ra patria del cristiano, Esa es la Edad Media: ese es el gran medallon que nos la representa: ese el gran cuadro que nos la pinta; tiene este sus colores oscuros. y aun negros ; “pero, y jhabra alg Pintara: de la. vida 1 la Sociedad, any no los tenga Poco se parece 4 aquella pee sali la que venimos re- corriendo , desde hace tres siglos: una época que destruye monusterios, templos majestuosos y monumentos sagra(los, convirtiéndolos en plazas , en lonjas, en teatros, y hasta en lupanares , y arroja del seno de la sociedad 4 los monjes que le conservaron Ia literatura antigua, y 4 los demas religiosos que han pasado seis, cuatro, tres centurias, civilizando pueblos incultos y salvages, y conservando la civilizacion ya estableci- da en otros: una época, que condena al ostracismo las reunio- nes y asociaciones qie tienen por objeto el observar con mayor perfeccion el Evangelio, y trabajar por la salvacion de las al- mas, y abre sus brazos a otras asociaciones que todo lo tienen , ménos el fin de mantener cl bien en la sociedad: una época, que no ha dado un solo paso en las ciencias