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ao A ae vilizacion moderna, en la cual desgraciadamente encontramos— pocos puntos de contacto con la que Ja precedié,, y.no pocos con aquellas empresas que fueron la ocupacion det islamismo. Empecemos por las empresas domésticas de cada nacion en nuestros dias, y en verdad su examen imparcial causa en el alma un abatimiento desconsolador, porque apénas halla en ellas nada que eleveal hombre hacia Dios. Todo lo que se presenta 4 nuestra vista es grande, colosal a las veces, y algunas, rico hasta la profusion; pero todo revela una gran fuerza puesta en aceion para fomentar la sensualidad , para acrecer las rique- zas, para proporcionar comodidades al cuerpo, para aumentar los goces de los sentidos; en suma, para aferrar al hombre a— la maleria. Sin duda alguna, aua en medio de Ja idea descon- soladora del sensualismo, que brotaal través de todas esas gran- dezas que ha producido la moderna civilizacion , se levanta otra idea mucho mas grande que esas grandezas colosales , y es la que nos descubre en esos adelantos ¢l grigen i Banhtty su naturaleza y su destino. ;Como! El hombre que por haber slaievade con “atencion el fendmeno del movimiento de wna cobertera,por efecto del va- por del agua que hervia en una olla, calculé que, aumentando lacolumna de vapor podia ser muy grande Ja pujanza impulsi- va, y con esa idea inventé una maquina, y despues la perfec- _ ciond , y al fin, puede decirse que :ha dado alas 4 las naves: el hombre que, descubriendo que hay electrieidad en los cuerpos, y que esta se pone en movimiento con el contacto de unos cuer- pos con otros, y que hay ciertas materias que son conductoras. de la misma electricidad, forma un centro productivo de la misma, y la canaliza ; y la encierra en esas materias, lanzan- dola para que vaya al punto que él mismo determina, y trans- mitiendo por élla misma, por medio de percusiones , los signos que expresan Jas palabras, y por consiguiente los pensamien- tos: el hombre que domina de ese modo la materia y la obliga