BCCPAM000539-2-02000000000000

a eee interiores de aquellas edades; y tuvieron tantos adelantos , que hablando del progreso de Jas letras un ‘autor contemporaneo, dice estas palabras: « Las escuelas que en las catedrales , par- roquias, monasterios y palacios se establecieron en tiempo de Carlo-Magno, y destruidas mil veces por las guerras de los reyes posteriores , las iban reparando y mejorando los Obispos, los cabildos y los monjes, no eran ya aquellos pozos profundos y escasos manantiales de donde a mucha costa se sacan las aguas de la doctrina; sino que, a principios del siglo décimo- tercio, son ya rios caudalosos , en que puede saciarse facilmen- te el sediento de instruccion ‘. » Las empresas de los islamitas eran opuestas en un todo a las del pueblo civilizado por la fe de Jesucristo. En cualquier ciudad que penetraran, se sentian los efectos de su presencia, cayendo a tierra los templos dedicados al Dios verdadero: en pocos afios el califa Omar, segundo sucesor del profeta de la Meca, habia derribado mas de cuatro mil tan solo en la Pales- lina, el Egipto yla Arabia, y los sustituy6 con mil y cuatrocien- tas mezquitas, que levanté en honor de su profeta, distinguién- dose entre todas la que el mismo Omar construye en Jerusa- len en el area misma del templo de Salomon, como para disputar a la grancupula del Santo Sepulero, fabricada por San- ta Elena, la grandeza de su orbita, la belleza de su estructura y la majestad de su elevacion. Estas empresas eran de destruc- cion, pareciéndose en un todo a las guerras que llevaron 4 co- marcas y reinos y naciones. En ninguna parte queda en pié una sola cruz, ni con vida quien continue adorandola contra la prescripcion del Alcoran. Barbara y salvage era la- empresa: pero, hablando -hu- " manamente, atin puede decirse que se revestia de una nue- va barbarie y de un salvagismo mas criminal contra la mis- ‘ Amat! Historia eclesidstica, lib. 12. cap. IV. 4." época, : Tomo t. 30 ie

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz