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LD por la preponderancia de lo material y sensual , y que casi no existe ya en la vida del individuo un — reservado para la inocencia. © Eso no puede Ilamarse ilustracion, sino mas bien cor- rupcion, pero corrupeion quizas en un grado, al cual no lle- garon ni los pueblos no irradiados con las-luces de la re- _ velacion. Y sind, digasenos: jla historia de Ninive, de Ba- bilonia , de Grecia, de Roma pagana, nos refieren acaso que las mugeres llegasen al extremo dela sensualidad contemporanea, de darse por mano de varones eso que se llama esmaltes 6 en- carnacion, no solo en el rostro sino en gran parte de su cuerpo? Este extremo de afeites tan lujuriosos es el ultimo grado de en- vilecimiento 4 que se puede haber Ilegado. Sin embargo, esta- mos en él, y el solo pensarlo causa al hombre, que discurre segun las inspiraciones de la religion}, una congoja mortal. Vamos 4 rasguear algo de la Hamada ilustracion de la cien- cia politica, que tiene su base en la invencion moderna de la soberania del pueblo. Es esta la primera farsa que Satanas ha representado en la tierra: una soberania fingida fué lo que este espiritu maligno ofrecié 4 Eva en el paraiso, como premio de su rebelion contra Dios y de la inobservancia de su pre- cepto. Era Dios el padre, el bienhechor de nuestros primeros padres: era el Sefior natural de estos dos séres, asi como lo es i de cuanto ha salido de sus manos: era el soberano, el rey & quien debian obedecer, cual era pues, y cual debia haber sido la verdadera ilustracion de Adan y Eva? La de ser agya- decidos 4 su Criador, la de perseverar en su sumision, la de reconocerse por stibditos suyos. Pues véase lo que Lucifer les propuso: les dijo que serian sefiores, reyes y hasta dioses: erilis sicut dit *. Pues esto mismo es el principio fundamental de la ciencia ee SSpaoreenentay ' Gén. c. II. v. 3. Sree <= reat: