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420 SERMON de la Redención, justo será que nosotros nos con- formemos. con el, quebrantando en su presencia nuestros corazones con un espíritu de verdadera compuncions Abierta y franca tenemos para en- trav en el Santuario la puerta que nos abrió el Salvador , hecho. para «nosotros santificacion , re- dencion , propiciacion de nuestros delitos ; pero es menester participar de sus trabajos, de-5us do- lores y combates. Necesitamos todavía luchar con la Justicia divina, por mas que el la desar- mase, cargando con el. peso. de sus venganzas. No imagincis, Católicos, que el haber padecido tanto fue para llevarnos al Cielo sin alguna pe- nalidad, No fue sino para pagar nuestras deudas: para abrirnos el camin donde pudiesemos ir EII >, somando su Cruz, bien que ya suave y ligera:con la gracia que nos pro- curó y mereció. Escuchemos este grande grito que Christo pronuncia al morit, que asombró 4 toda la naturaleza; para que muriendo con él, comencemos una vida nueva conda conversion y mudanza de costumbres, y participemos des- pues el. gozo de su Resurreccion por una Eter- nidad -en la: Gloria. 4d quam Gc,

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