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AL SS. CHRISTO DEL DESAMPARO, 409 lo cesó el desamparo, faltando ya el motivo que le ocasionaba , sino que 4 nuestro modo de en- tender quiso volver por el honor de su Hijo, á quien acababa de tratar con tanta dureza y rigor, Era poco confesarle solemnemente por su Hijo muy amado, objeto de sus caricias y com- placencia ,. como habia hecho antes en el Jor- dan. y el Tabor y hiriendo los unimos de los circunstantes con un espantoso trueno y una gran copia de luz, que salia de una nube: re-= fulgente, en que residia la Magestad del Señor y tenia su Trono , incomparablemente mas que en la Zarza de Moysés y Columna de fuego de los Israelitas. Era tanto mas necesario aquí el testimonio quanto; cra mayor la humillacion que habia precedido., no “pudiendo.compararse la forma de pecador que tomó al» recibir el bautismo ,. y las demas á que quiso sujetarse, con la de la Cruz, y mas que,todo con la de ser desamparado de su mismo Padre; teniendo antes-aspecto yutrage de pecador, y convirtién= dose ahora“eh el pecado, en la misma maldi- cion y. anatema. Era necesario hacer conocer dertódo el mundo y de sus mismos enemigos, «al que habiassido desconocido , desechado, des- amparado , mo solo de sus amigos y familia- Eos, pero aun del. que era uno:mismo con él, TOM, L. FEF de