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fa E EII RIa e 408 SERMON bres : miraba 4 estos con misericordia, y 4 aquel con cólera. Digámoslo:mas claro y de una vez: era para los hombres Padre, y era Dios para su Hijo; que por eso usa de esta voz, y no de aquella el Salvador, No dice Padre mio, pudiendo en este estado de criminal y reo apro- piarse lleno de confusion y pudor la expresion del hijo pródigo: yo no soy digno de llamar- me hijo tuyo (a). Luchaba, como antiguamente Jacob. con el Angel, con la cólera de todo un Dios, que se minora y pasa segun va descar- gando sobre él sus golpes , hasta que leyendo en lo apacible y sereno de sus ojos, que esta- ba ya aplacado y adequadamente.satisfeekó” ve que es tiempo de yo Fer, y entregarle € hace por último; € ciendo poco 4»poeo:y anhelandoy atrayendo con gran dificultad y fatiga "el ayre, hasta que al fin' el alma se retira, dexando al cuerpo frio € in movil. Satisfecho 'el Eterno”Padre “con ima víctls ma de tanto: precio : borrado y quitado de en medio el pecado : consumada la Redención , y con ella la salud del: género humano,” ño so- lo (a) Luc. 15.2r.

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