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ER A AL SS. CHRISTO “DEL: DESAMPARO. 391 no: Debia «este en «castigo de la primera culpa ser desamparado de Dios, el qual así como no puede menos , sin dexar de ser justo , santo, sabio y bueno (es frase de San Agustin ) de castigar el pecado, vengar el ultrage que por él se le hace, restablecer el orden que habia in- vertido la transgresion , tambien tiene necesidad de, arrojar y separar de: sis y no comunicarse 4 una criatura inficionada y diforme con la man- cha y fealdad de la culpa. Pero un tan horren= do castigo haria eternamente infeliz al hombre, mas mo indemnizaria su justicia. No habia mas que una hostia Ó yíctima capaz de glorificar al Señor por sus humillaciones , mas que le habia ultrajado -el hombre con su orgullo v engrei= miento ; que interponiéndose entre sus saetas y los. transgresores 4 quienes derechamente se dirigen ., las reciba en sí todas , libertándonos por el mismo - hecho de ellas. Tal es la econo- mia del Señor, comó en los demas, males, tam- bien en el desamparo de que hablamos , yes sin contestacion Ó disputa el mayor y mas horro= roso entre todos. 0mWEn efecto, Señores , es menester concebir del modo posible esta verdad , y salir de la equivocación que hasta ahora habemos padeci- do,'