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368 SER MON consternación de su Pueblo, por quien se ofre ció en holocausto y víctima. Esta es la corona y consumacion del Mi- nisterio «Apostólico, que se verifica en todos con sóla la diferiencia de variar de medios é instra= mentos , perdiendo unos la vida al rigor del cuchillo , y otros 4 la violencia de su zelo y caridad, de las molestias ¿ incomodidades á que se sujetan para el desempeño. El Evangelio los compara 4 la luz y la sal ¿cosas ambas que se deshacen y consumen con” el: servicio: y uso“a que estan por su naturaleza misma destinadas, Así afirmaba de sí el Apostol que: se quemaba, se deshacia de' continuo: quesmoria” cada dia; aludiendo '4 las: gravesy penosas funciones de su Apostolado : 4 los estragos que causaba en él la caridad con los próximos , el cuidado de so= correr sus espirituales y corporales necesidades , y el disgusto de serle imposible en innumerables ocasiones su remedio , Ó por- falta «de proporcio- nes, ó de voluntad en los que debianser socor- ridos , y se resisten como enfermos frenéticos 4 la curacion: ¿Y si esto sucede de ordinario , qué será en los grandes conflictos y apuros como el en que se vió San Agustin, y en cuya amargura y ¿ des-