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DE ¡SAN” AGUSTIN. 365 delo y exemplar de toda ¡virtud y santidad, €ri- gir Templos , formar Ministros, reformar Comu; nidades , servir 4 ingratos, persuadir 4 obstina- dos, suavizar 4 Bárbaros , perdiendo por Dios y por: su Iglesia el reposo que tanto estimaba , co- mo amigo de la. contemplación y el estudio, siempre infatigable, pareciendo multiplicarse por la actividad de su-zelo: y multitud de las ocu- paciones.* SOT AAC ONO 9 GO ja Pero todo: en su estimacion seria poco, Si- no muriera 4 las violencias de la caridad. Este debia ser el término glorioso , y lo que habia de coronar la carrera' de Agustino, Presentósele la «ocasion que hemos apuntado: aquella formi- dable 'irrupcion: que: todo lo inundó y Hevó tras sí; cuya inhumanidad y: fiereza no fue capaz de contener, Ó cónmover, mi el honot del. sacer- docio, ni la consideracion de la mobleza, la ter- nura de la edad, debilidad del sexó, ó qualquie- ra otra. Penetró hasta Hypona, despues de ha- ber desolado la. campaña; Mevándolo todo 4 fue- go y sangre. «Encierrase Agustinoen ella resuel- to á sacrificarse por el socorro y consuelo de los sitiados Cree que el oficio de un buen Pastor es vivir y morir«con su Pueblo, mantener el pues- to, sin desampararlé jamas como Mercenario, sin- gu-