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DE LA B. MARIANA DE JESUS, 23 Pero, será siempre. la misma ley , el mismo Evangelio , el mismo espiritu que anima á4-dos que le anuncian , los mismos Sacramentos, acom- pañados de la eficacia que se les comunicó en su institucion , las mismas costumbres en los ver- daderos creyerites:; parando 'toda la variedad de estas en la disciplina , y procediendo la que se advierte en el gobierno , dispensacion y econo» mia del Señor de exigitlo así el estado, aumen- to y crédito de la Religion , que no necesita ya aquellos apoyos y auxilios , aquellas señales que como nos enseña el Apostol se obraban en fa- vor de los infieles (a), para dar autoridad y:cré- dito á una doctrina tan mueva en el mundo, que era escándalo para los Judios, y estulticia para: los Gentiles. que la; reputaban por peregri- na. y exótica , por extravagancia y delirio, segun confesaron los Arcopagitas 4. San Pablo: quando Jaescucharon: de su. boca (b). De. suerte , Señores, que mientras persevere la Iglesia , que será. hasta el fin «del «mundo y venida del Hijo. de Dios ; habrá. Santos, esto es almas puras , adornadas de-la gracia, de las vir» tudes y dones del Espíritu Santo , verdaderos ob. ser (a) 1. Corint14. 22. -(b) Act. 17.20,