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300 SERMON E En vano es disculparse con la falta de au-. xilios y asistencias de:lo alto, tratando de jus- tificarnos 4 expensas de la bondad y misericordia del Señor , haciéndole responsable de todo lo que dexamos de hacer, no reconociendo las gracias que recibimos, ni confiando en las que recibire- mos de la liberalidad de Dios , y perdiendo así el fruto de unas y la esperanza de las otras. La voluntad de Dios de que seamos Santos es cons- tante, invariable y uniforme , no infructuosa y estéril , siendo como sería indigno de su Bon- dad , llamarnos á un estado 4 donde no .podria- mos llegar. Es mas justo acusar muestra pereza y desidia ,; que la falta de: gracias y auxilios, ¿Por ventura- ha redimido? ¿no mos: ha enviado desde el Cielo su espíritu? ¿no<ha sa- tisfecho por nuestras culpas» Y si no queremos engañarnos , ¿no nos ha visitado innumerables ve- ces con sus inspiraciones, gracias: y. beneficios, sinsabores , disgustos , y consolado con la espe- ranza de sus promesas? Luego no está la falta de su parte sino de la nuestra, que nos resistis mos 4 trabajar por adquirir y conservar estas ri= quezas celestiales , que segun nos dice Salo- mon (a) , solo acumula la mano del diligente: pa E 1 . ; (a) Prov. 10. 4» es APEG