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256 ¿TÍA IES ERMONA cara, y sin la imperfección:de sombras-y figu= fas , tampoco tendremos necesidad del auxilio de cosas materiales y sensibles, para dirigirnos 4 las espirituales E invisibles. Pero .en <ul-estádo pre- sente sufrimos esta necesidad: nos sirven de pá> bulo las señales instituidas por el mismo Dios y por la Iglesia: mos ayudamos de las: manos; de los labios yde los ojos, aunque nuestro culta: tenga su origen en el corazon , no siendo pura- mente figurado. como «era el de los: Judios (a); ni nuestras Justicias carnales (b) y materiales co- mo-las. de estos, incapaces de Justificar y: puri- ficar las conciencias >: sin+otracsantidad:que:la de sersuna imágeñ ó representacion de las ver- dades; qu algun=día"se habian de verificar y cumplir 5 y de que felizmente: nos hallamos en posesion.:Enveste estado, pues, que es una meza cla ó conjunto. de figura y. de verdad , de «cuer= po y de espíritu , de obediencia y. de fe, de ob- servancia y de inteligencia, desde luego: aparece la:necesidad que acabamos de exponer, y la aflics cion que nos debia causar la ruina del Altar:an= tiguo, y el deseo de que se reedificase otro en » su 133) a) Omnia in figura contingebant illis. 1.Corinth. 10+ b) Justitiw carnis. Hebr. 9. ha